Un incienso es una preparación resinosa a la que se le añaden aceites esenciales de origen vegetal y que al ser encendidas, desprenden humo fragante para aromatizar espacios y crear ambientes con fines terapéuticos o propicios para la meditación.

Un aceite esencial es la esencia volátil extraída de plantas aromáticas por la técnica de destilación (arrastre de vapor de agua) o por presión de las cáscaras, como en el caso de los cítricos. Los aceites esenciales son utilizados en la aromaterapia, un método natural basado en la actividad de las moléculas que contienen los aceites esenciales y que es utilizada para conseguir diferentes respuestas del organismo.

Son ambientadores para el hogar que aportan una esencia de forma inmediata, pero la duración es muy limitada. Se los puede encontrar con y sin agua. Debido a que su envase cuenta con un pulverizador, es muy sencillo regular su difusión para garantizar una agradable fragancia con un efecto prolongado.

Son velas perfumadas que desprenden un suave aroma después de ser encendidas. Las velas perfumadas se fabrican en todos formatos y de todos los aromas, desde lavanda, vainilla, chocolate, rosa, e incluso con olor a clorofila. Algunas son muy básicas y solo constan de una vela aromática cerrada que al abrirse y prenderle fuego comienza a inundar el aire con el aroma. Otras, además de aromatizar, vienen contenidas en recipientes decorativos.

Los humidificadores y difusores distribuyen el aroma de los aceites esenciales de manera homogénea aportando un agradable aroma instantáneo a los ambientes, según el aroma escogido del aceite hidrosoluble. No se utiliza fuego para producir el vapor de agua y es totalmente seguro para los niños y las mascotas.

Estos ambientadores son aparatos que funcionan con resistencias eléctricas que calientan el líquido aromático y lo lanzan a través de un sistema de turbina, con un gastro eléctrico mínimo, aunque también existen modelos con batería que pueden ser utilizados en cualquier punto sin la necesidad de enchufes ni cables.